PETICIÓN DE RENUNCIA AL GOBIERNO DE LA HABANA, EN PLENO

CÓNSUL DE LA MISERICORDIA DIVINA

EXIGIÓ, EN DÍA DE LA SAGRADA FAMILIA, LA RENUNCIA DEL GOBIERNO DE LA HABANA Y DECRETAR LA INCAPACIDAD DE FIDEL CASTRO PARA EJERCER EL PODER

Santander, 30 de diciembre de 2007,
Día de la Sagrada Familia

Sr. Raúl Castro,
Presidente de la República de Cuba,
La Habana

Distinguido Sr. Presidente:

Me dirijo a Usted y a su gobierno en nombre de Dios, de la Trinidad Santísima, del Cristo de la Misericordia Divina al iniciarse el Año de Perdón para el pueblo de Cuba, en que se perdonan todas las deudas y se devuelven las propiedades, en que se liberan a las personas en cautiverio y/o condición de semiesclavitud o servidumbre, a las personas se les concede la libertad; me dirijo a Usted y a su gobierno, al Partido Comunista de Cuba, para pedir, que se decrete la incapacidad del Sr. Fidel Castro para ejercer el poder, al tiempo que su inmunidad se le garantice para tener una ancianidad, enfermad y muerte tranquila.
También, en nombre de Dios, le pido su dimisión y la de su gobierno, y un traspaso, ordenado y controlado internacionalmente, del poder y los bienes patrimoniales de la nación a un GOBIERNO DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL en un período corto; así como paralizar el proceso legislativo.
Pido en nombre del Cristo de la Misericordia Divina, que solicite oficialmente la mediación de España y, en particular, de su Casa Real, y que sirva de moderador el Príncipe de Asturias, en las negociaciones con todas las partes y para la conformación del Equipo de Gobierno de Reconstrucción Nacional, integrado por intelectuales, científicos y tecnócratas de la más alta calificación, tanto del interior de Cuba como del exilio.
Se ruega a los miembros del gobierno actual flexibilidad y moderación, para que algunos de ellos puedan formar parte de dicho equipo de gobierno.
Se ruega al exilio trabajar por la unidad, la tolerancia y el perdón. La nación cubana debe estar consciente, que para lograr una solución pacífica, rápida y justa de forma global, que trabaje por la reconciliación nacional, no puede haber lugar a pases de cuentas y hay que dejar a un lado los rencores del pasado, aún aquellos que hemos perdido seres queridos.

La solución cubana pasa por el perdón, el amor y la paz, la reconciliación nacional y la unidad en la diversidad, en la pluralidad política, étnica, cultural y socio-económica.

Dra. María Caridad Torres Vila,
Cónsul de la Misericordia Divina en el planeta Tierra
por designación de Jesucristo

C/c Rey de España